Los que aman la sensación de libertad saben que no existe un vehículo mejor para sentirse a plenitud que circular en una motocicleta. Rápidas, potentes y versátiles, este medio de transporte también es muy susceptible a los componentes del ambiente.

Todos los vehículos requieren del mantenimiento adecuado para poder circular sin inconvenientes y transmitir a sus conductores una grata sensación de tranquilidad y disfrute, pero en la motos una revisión profunda de sus piezas y mecánica es indispensable.

Preparándote para el viaje

Existen rutas con paisajes y destinos maravillosos para recorrer sobre dos ruedas. Si te encuentras planificando un trayecto inolvidable en grupo o con tu pareja, no puedes permitir que un imperfecto en tu motocicleta te arruine el momento.

Antes de ponerte en marcha debes dedicar el tiempo suficiente a revisar algunos detalles de tu moto, pues sólo así podrás garantizar tu seguridad y la de las personas que te acompañan, así como el óptimo rendimiento de tu máquina.

Si tu moto ha estado fuera de servicio por algunas semanas o meses, la minuciosidad con la que revises cada una de sus partes o piezas debe ser mayor, porque mucho tiempo de inactividad suele traer problemas, especialmente en los neumáticos.

La presión de los neumáticos

Es normal que las condiciones de la vía haga que los neumáticos pierdan algo de presión conforme el vehículo circula, por eso es tan importante revisar constantemente el aire de tus llantas antes, durante y luego del viaje.

Si la moto ha estado parada por meses

Si tuviste tu motocicleta en el garaje durante algún tiempo y no tomaste la precaución de subirla a unos caballetes para que los neumáticos no sufrieran daños, debes prestar atención a todos los detalles.

Llantas cristalizadas o agrietadas deben ser sustituidas de inmediato por unas nuevas. Ten presente que en estas condiciones, los neumáticos pueden explotar durante el viaje o restarte agarre y soporte en la carretera. No corras riesgos.

Los fluidos de tu motocicleta

Vigilar los niveles del aceite del motor, el líquido de tus frenos y el anticongelante, debe ser una constante tanto si vas de viaje, como cuando circulas a diario por la ciudad.

La lubricación de tu motor

Si tienes una motocicleta debes saber que tu máquina requiere de un cambio de aceite al menos una vez al año. Si tu pasión por los viajes en dos ruedas te empuja a la carretera con frecuencia, es probable que este mantenimiento deba realizarse constantemente.

Al alistarlo todo para el viaje, es conveniente echar un vistazo a las condiciones del aceite del motor, especialmente a su viscosidad. Si te parece que perdió espesor, lo más aconsejable es sustituirlo.

No pases por alto los frenos

Es una de las revisiones indispensables si vas de viaje con tu moto. La primera prueba a realizar es comprobar el tacto. Si al oprimir las palancas las notas esponjosas, debes cambiar el líquido de frenos.

El anticongelante también es importante

Para cuidar la vida útil de tu radiador es importante verificar el nivel de anticongelante de tu motocicleta. Es muy sencillo comprobar el estado de este fluído echando un vistazo el vaso expansor o incluso mediante el tapón del radiador.

Preferiblemente, el líquido anticongelante debe estar en el nivel máximo, así que nuestro consejo es rellenar el fluido cada vez que notes que ha bajado un poco de esta medida. Si eres de los que prefiere usar agua, trata de que sea destilada.

Otros aspectos importantes del cuidado de tu moto

Hay muchas otras piezas a las que también hay que prestar atención con frecuencia. No importa si vas de viaje con tu moto o si la usas a diario para trasladarte a través de la ciudad, el filtro del aire, la batería y las gomas del motor, siempre requieren de una revisión preventiva.

La contaminación y el polvo suelen ensuciar el filtro de aire, por eso te aconsejamos echar un vistazo frecuente a esta pieza. Bastará con sacudirla un poco o retirar con ayuda de un cepillo toda la suciedad acumulada.

La batería de tu motocicleta no debería dar problemas si su uso es constante, pero si tu moto ha estado parada por algunos meses, es importante hacerle algunas pruebas con un cargador inteligente, para garantizar que se encuentre en buen estado.

Las gomas del motor también suelen endurecerse con el tiempo. El uso constante produce un desgaste al que hay que estar atentos, en especial cuando se trata de las piezas que evitan la fuga de gasolina.

El motor también requiere de una limpieza periódica, sobre todo si tu moto ha estado guardada en el garaje. Normalmente se acumula sobre él polvo, suciedad y si hay ligeros botes de aceite puede haber manchas que se queman y endurecen con el calor.

Un buen desengrasante te ayudará a dejar la máquina de tu moto impecable, lista para el próximo recorrido.

Intenta no pasar por alto ninguno de estos consejos, no sólo garantizarás tu bienestar y el de las personas que te acompañen en tu vehículo, también alargarás la vida de tu moto y la mantendrás funcionando en las mejores condiciones posibles.

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